Sentencia T-576
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La Sala Cuarta de Revisión constató que Sofia, una mujer que había solicitado la interrupción legal y voluntaria del embarazo, experimentó violencia obstétrica por parte de la EPS COMFAGUAJIRA de Colombia. La Sala consideró probado distintos hechos de violencia, entre ellos: la falta de supervisión médica y la impericia de los profesionales durante el suministro de misoprostol, las amenazas del personal de salud, la exposición a dolores y sufrimiento desmedido durante el tratamiento y la realización de un legrado en incumplimiento de las directrices del Ministerio de Salud. En la sentencia, la Corte recordó que la violencia obstétrica abarca todos los maltratos y abusos sufridos por las mujeres durante la atención de servicios de salud reproductiva, incluyendo la interrupción del embarazo. La sentencia expresa que la decisión de interrumpir el embarazo no obliga a la mujer a padecer violencia obstétrica ni a ver vulnerados sus derechos fundamentales. Esta decisión fue objeto de un recurso de nulidad, que fue rechazado por la Corte Constitucional de Colombia el 8 de mayo de 2024.